Las 5 ideas para jugar mejor los finales en ajedrez

rey, caballos y piezas de ajedrez sobre tablero

Por el Gran Maestro Herminio Herraiz

Hay muchos errores que nos encontramos frecuentemente en nuestra Escuela de Ajedrez de los alumnos que quieren mejorar, pero seguramente el de no estudiar por igual todas las fases de la partida sea uno de los más frecuentes.

Memorizar líneas, buscar «trampas» rápidas o preocuparse por encontrar ideas increíbles para dar con la apertura perfecta puede parecer lo más importante… hasta que llega el medio juego, y lo que es peor, el temido final. No es que estas fases no sean importantes, lo son, pero no tienen que serlo más que el final, a pesar de que no siempre lleguemos al final.

Para mejorar tu juego, debes estudiar los finales antes que cualquier otra cosa, ya que los finales pueden estudiarse y dominarse por sí solos, mientras que el medio juego y la apertura deben estudiarse en relación con el final. CAPABLANCA.

Sigue estas ideas para jugar mejor tus finales

Aprende de los clásicos.

Estudia partidas de Capablanca, Smyslov, Rubinstein, Fischer, Reti,… . Observa cómo simplifican cuando más conviene, cómo gestionan los tiempos haciendo a veces jugadas que parecen inútiles pero que son importantes jugadas de espera, como activan el rey en el momento justo o cómo transforman una mínima ventaja en victoria.

También puedes estudiar algunos de los grandes finalistas más actuales como Karpov, Kramnik o el propio Magnus Carlsen.

Estudia finales cuando tengas más energía.

Todos tenemos la tentación de estudiar las aperturas o la táctica lo primero, no es que esto esté necesariamente mal, pero cuando asocias el estudio de lo que menos te gusta con niveles de energía más altos consigues mejores resultados. Esto se aplica a los finales, por supuesto. Estudia los finales también al comienzo de tus días de estudio.

Jose Raúl Capablanca jugando simultáneas

Selecciona adecuadamente el material con el que trabajas

Esto tiene relación con el siguiente punto. A día de hoy muchas plataformas de juego como chess.com, Lichess, etc… ofrecen ejercicios para practicar finales pero… ¡cuidado! Esos ejercicios se extraen de partidas de manera algorítmica y no de manera pedagógica. Podrías estar dedicando tiempo a estudiar posiciones que raramente se producen y centrándote en motivos que son poco transversales para tu aprendizaje. ¿Es mejor que no hacer nada? Desde luego, pero también es preferible que hagas un único ejercicio o estudies un solo ejemplo bien seleccionado que 10 de mala calidad.

Déjame compartir contigo uno de los cientos de ejercicios que tenemos en la Escuela:

Elige el libro de finales adecuado

Hay muchos buenos libros de finales, pero algunos son clásicos que deberías tener en tu biblioteca como «Los 100 finales que hay que saber» del Gran Maestro español De La Villa (tuve la suerte de estudiar con él), los Finales Básicos de Reuben Fine, o el excepcional libro de finales de Maizelis (fue uno de los entrenadores soviéticos más inspiradores y creador del fabuloso libro: The Soviet Chess Primer). En nuestro blog amigo, The Zugzwang Blog, tienes más información sobre libros de finales para todos los niveles.

Haz del final tu fortaleza secreta

Muchos jugadores de club pierden finales ganados o empatan finales claramente favorables por no conocer principios básicos. Dominar los finales te va a dar una ventaja frente a la mayoría. ¡Incluso cuando estás peor, puedes salvar partidas! A alto nivel, de por ejemplo Gran Maestro, la diferencia de cómo un jugador juega los finales puede significar una gran diferencia respecto a otro: será más fuerte en el 33% de la partida y ¡eso es mucho! Además, en el largo plazo se nota en los resultados.

Aprender muy bien los llamados «finales exactos»

Son finales exactos aquellos en los que no hay lugar para la improvisación, debes conocerlos como se sabe sumar o restar. No puedes inventar la técnica cuando aparecen porque son así, exactos. Así como determinadas «leyes» que rigen los finales (la inmensa mayoría son tratadas en nuestra Escuela). Por ejemplo, el caballo solo no puede detener al peón de torre en séptima, pero su capacidad para construir barreras es un recurso que le permite resistir mientras llega la ayuda de su rey.

El propio «De la Villa», en el libro que te recomendaba anteriormente lo explica muy bien:

Los “finales exactos” que necesitamos
recordar, no son muchos. Además, algunos
de ellos son fáciles de memorizar, y otros se
podrían considerar marginales, porque no se
producen muy a menudo. Pero esos pocos
finales, es preciso conocerlos bien. Sólo con
esa base y con la confianza que da, se podrá
abordar el estudio de otras posiciones más
complejas y la ejecución de una ventaja de
naturaleza técnica.

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